Cala Sant Esteve está situada al este de la isla de Menorca, en el término municipal de Es Castell, a 2,5 kilómetros del núcleo urbano.
Se trata de una playa de rocas, sin arena, caracterizada por tener una pronunciada pendiente, un fuerte oleaje y una afluencia mediana de bañistas turistas y, mayoritariamente, locales.
La cala está flanqueada por el Castell de Sant Felip y el Fort Marlborough (construido por los ingleses entre 1710 y 1716), así como ubicada entre la Torre d’en Penjat y la Punta de Sant Carles, en la que se alza el Far de Maó, dando acceso al puerto homónimo.
Históricamente este bonito enclave destaca por ser el lugar donde desembarcaron las reliquias de San Esteban (de ahí el nombre de Cala Sant Esteve) en tiempos del obispo Severo, lo que dio lugar a gran número de conversiones en la colonia judía.