El camino de Sant Felip, un desvío de la carretera Mahón - Ciutadella de Menorca situado entre Es Mercadal y Ferreries, conduce hasta Cala Pilar, una de las playas menos accesibles de toda la isla de Menorca.
Esta cala de dimensiones medianas, virgen y aislada, se caracteriza por tener forma de concha, talud de arena y grava, vegetación escasa, oleaje moderado y viento fuerte.
La travesía transitable finaliza en una zona de aparcamiento situada a algunos kilómetros del arenal, por lo que es necesario caminar durante aproximadamente una hora a través de una ruta custodiada por un tupido encinar.
El aislamiento de Cala Pilar evita las aglomeraciones de bañistas que se dan en otros puntos de la isla, por lo que es una opción interesante para aquellos que busquen tranquilidad.
Además, al ser una playa poco frecuentada, se caracteriza por ser uno de los enclaves mejor conservados de la costa norte, y cuenta con la presencia de un bello manantial de agua dulce potable.
El amplio arenal está rodeado de rocas de fuerte color rojizo en las que los visitantes tienen la posibilidad de encontrar arcilla con la que embadurnarse para limpiar su piel.