Puerto de Fornells
Con más de cuatro kilómetros de longitud y dos kilómetros de amplitud, el puerto natural de Fornells es uno de los más grandes de la isla de Menorca, situado en el centro de la costa norte.
Protegida por un lado por la punta de Na Guillemassa y por otro por el cabo de Fornells, la estrecha entrada regula la fuerza del mar abierto y, por este motivo, el Port de Fornells es un refugio de lo más preciado para las embarcaciones. Destaca también el poco calado cerca de la costa, donde tan sólo hay alrededor de 12 metros de profundidad.
La bahía de Fornells es un marco ideal para practicar deportes náuticos como, por ejemplo, la vela, el submarinismo o el windsurf, entre muchos otros.
Históricamente no existía construcción alguna alrededor del puerto, a excepción de una atalaya construida en el siglo XVI que se erguía sobre la Mola, por lo que la bahía se convirtió en un lugar de escala para las naves piratas que surcaban el mar Mediterráneo. No fue hasta el saqueo sobre Mahón y el ataque pirata a Ciutadella de Menorca, cuando se decidió asegurar este punto estratégico con la construcción del Castillo de Sant Antoni, que dio pie al nacimiento de un arrabal que se puede considerar como el origen del actual pueblo de Fornells.