Cala Blanca se encuentra al oeste de la isla, a tan sólo a cinco kilómetros de Ciutadella, entre Cala Santandria y s’Aigo Dolça, así como junto a la urbanización homónima. Su topónimo describe el color de su arena.

 

La calidad y la transparencia de sus aguas es la principal característica de Cala Blanca, una playa de dimensiones diminutas situada en la costa suroeste de la Ciutadella de Menorca. 

 

Este entrante de mar se también caracteriza por tener forma de u, un talud de arena, una exposición a los vientos de componente oeste, así como una brisa ligera y una pendiente suave.

La playa está flanqueada por cantiles rocosos de baja altura, coronados por viviendas residenciales y turísticas. Además, en la parte izquierda de la bocana hay un pequeño islote, conocido como Illot de Cala Blanca.

 

Debido a su proximidad con los diferentes hoteles y apartamentos, a sus pequeñas dimensiones, así como a su encanto especial, Cala Blanca suele estar muy concurrida durante la temporada estival.

 

Existen múltiples puntos arqueológicos y yacimientos geológicos de interés que rodean Cala Blanca, entre los que destacan las “Coves de Parella”, unas cuevas con estalactitas, estalagmitas y un lago interior, la “Cova de s’Aigo” y los restos de una naveta de habitación, datada entre el 2000 y el 1200 a.C. (periodo pretalayótico).