Amapola Menorca – Obrador de pan & cafetería

🥖 En Amapola Menorca elaboramos pan de verdad: con masa madre, fermentación lenta y harinas seleccionadas como xeixa y cereales integrales.
☕ Acompáñalo con nuestros desayunos y brunch en un ambiente acogedor y natural. Todo hecho con mimo, cada mañana.

Amapola, el reconocido obrador de pan artesanal, reabre en Es Castell con una propuesta renovada. Tras haberse convertido en un referente del pan saludable y de calidad en Menorca, inicia una nueva etapa en un nuevo espacio muy acogedor donde se ofrece tanto pan del día como desayunos y brunch.

Un regreso esperado

En un momento en que el pan artesanal de calidad escasea, la reapertura de Amapola es una buena noticia. Ubicado en la calle Ruiz y Pablo, sobre el Moll de Cales Fonts, ofrece una selección de panes de fermentación lenta elaborados con masa madre.
Amapola, que ya gozó de éxito en Mahón, vuelve con un enfoque más ambicioso, abasteciendo también a hoteles y restaurantes. Su nuevo espacio incluye una cafetería con desayunos saludables y tartas caseras por encargo.
Elena Romeo, fundadora del proyecto, lidera esta nueva etapa junto a Robert Sarrió, chef del restaurante Sa Punta. Juntos han creado un obrador más grande y moderno, convertido en un referente para residentes y visitantes.

Pasión por el pan

Elena y Robert se conocieron en un agroturismo en Sant Climent. En 2018, Elena realizó un curso en el Gremio de Panaderos y Pasteleros de Barcelona, especializándose en fermentaciones largas y harinas ecológicas. “Las harinas ecológicas no contienen pesticidas, lo que garantiza un pan más natural”, explica.
En el agroturismo crearon su propia masa madre, juntos la bautizaron como Josefina. Así fue como empezaron a elaborar pan para los desayunos y cenas, recuerdan que llevar a cabo este proyecto sin la maquinaria necesaria fue todo un reto.

El nacimiento de Amapola

La pandemia de 2020 marcó un punto de inflexión para Elena. Con el cierre del agroturismo, siguió elaborando pan en casa y pronto su pasión se convirtió en un proyecto en crecimiento. La demanda aumentó rápidamente, lo que la llevó a abrir su propio obrador en Maó, donde el éxito no tardó en llegar. Entre sus clientes se encontraba el restaurante Sa Punta, donde trabajaba Robert.
Sin embargo, el espacio pronto resultó insuficiente y, ante los desafíos del mercado, el obrador tuvo que cerrar. Aun así, su talento no pasó desapercibido y fue contratada por Sa Punta para encargarse del pan y los postres. Convencido del potencial de Amapola, Robert impulsó su reapertura en un local más amplio y mejor equipado.

Tras meses de búsqueda, encontraron el lugar ideal en Es Castell, donde Amapola ha renacido con más fuerza que nunca. 'Elena nos ha formado a todos y ahora también ayudo en la producción', comenta Robert. 'La acogida ha sido increíble'.

Además de sus panes y desayunos saludables, Amapola ofrece pasteles y focaccias por encargo. Abre al público de jueves a lunes por las mañanas y el resto de la semana se dedica a la producción para restaurantes y hoteles.

Un pan con alma

Amapola elabora panes con masa madre y fermentaciones largas. Su especialidad es el pan de xeixa, un trigo autóctono de Baleares, cultivado en Menorca, que conserva sus propiedades nutricionales y no ha sido modificado genéticamente.
También ofrecen pan rústico con centeno integral, pan multicereal con harinas ecológicas y panes especiales del día con ingredientes como maíz, pipas, chía u olivas.

“El pan de masa madre dura hasta una semana sin perder calidad, a diferencia del pan industrial, que al final del día ya está duro”, explica Elena. “Además, la fermentación prolongada y el uso de harinas ecológicas hacen que nuestro pan sea más nutritivo y digestivo”.

Según Elena, muchos problemas con el gluten provienen del consumo de harinas refinadas y panes industriales de fermentación rápida. Por eso, Amapola apuesta por métodos tradicionales para ofrecer un pan auténtico y lleno de sabor.

Con esta nueva etapa, Amapola no solo busca ofrecer un pan excepcional, sino también concienciar sobre una alimentación más natural y saludable. Su éxito demuestra que, incluso en la era de la producción masiva, hay espacio para el pan artesanal hecho con dedicación.