Torre de Fornells
La Torre de Fornells, situada al oeste de la bocana del puerto natural de la ciudad, es una de las torres de defensa más grandes de la isla. Fue construida durante la dominación británica de Menorca, concretamente entre 1801 y 1802, con el fin de vigilar, junto con el Castillo de Sant Antoni, la entrada del puerto.
La monumental edificación se construyó a partir de piedra y mortero y su estructura está formada por cuatro niveles: el subsuelo, que alberga una cisterna excavada e impermeabilizada con mortero, la planta baja, con distintos almacenes para las armas, la munición, la pólvora y los víveres, la primera planta, donde se alojaba la guarnición y, finalmente, la planta superior, utilizada como plataforma de la artillería, donde un pequeño horno calentaba las balas de cañón hasta ponerlas al rojo vivo para así incendiar los barcos enemigos.
Actualmente, los visitantes disponen de una exposición permanente que recrea los diferentes espacios y usos de la torre, además de tener la oportunidad de conocer el sistema de defensa de la costa menorquina entre los siglos XVI y XIX, desde las atalayas a las torres de defensa.